Esta afirmación también tiene otra variante; y es que, debido a que la temperatura en el ambiente es menor por las mañanas, la gasolina es más densa y no expande, por lo que al final tienes más combustible en el tanque de tu auto. Para tratar de autenticar o desmitificar lo anterior, consultamos a Hector Ruesga, técnico mecánico quien nos explicó los pormenores de este fenómeno.
Qué sucede
Para ello, primero debemos partir de un principio físico en los líquidos llamado evaporación, el cual consiste en un cambio del estado líquido al gaseoso, sobre todo cuando el líquido se expone a altas temperaturas.
En el caso de la gasolina, además de ser un líquido, su nivel de evaporación es muy alto. También es cierto que la gasolina se evapora cuando la temperatura es más alta, e incluso, cuando se abre el depósito de combustible en estos momentos, algunos gases se escapan.
“Definitivamente este fenómeno existe, sobre todo en ciudades donde las temperaturas son muy extremas, hablamos de más de 30 o 40 grados centígrados, y si cargamos combustible en esas condiciones se presenta el efecto de vapores que se almacenan en el tanque y también cuando la gasolina entra caliente al tanque se evapora y se pierde o se gasifica.
“Es ahí donde perdemos un poco de combustible. Puedo decir que este hecho es una verdad parcial, porque el efecto que tenemos es realmente mínimo, porque el mismo tanque tiene un sistema de recuperación llamado Evap, el cual se encarga de recuperar los vapores que se generan por la temperatura en el interior del tanque y los envía de nuevo a la admisión del motor, de manera que no se desperdicie el combustible”, comentó el especialista.
Anteriormente, los autos no contaban con este sistema de recuperaciones de gases del tanque de gasolina y este fenómeno era mucho más marcado, el cual se escapaba por una válvula de alivio, sin embargo, hoy en día todos los autos cuentan con el sistema Evap.
“Recordemos que la gasolina viaja del tanque de combustible al riel de inyectores del motor, prácticamente por la parte media superior del bloque, lo que propicia que se caliente, a temperaturas que oscilan entre 70 y 80 grados centígrados en la línea, al fin y al cabo llega caliente a las cámaras de combustión previo al tiempo de la detonación.
“En caso contrario, cuando hace frío, podemos hablar de 15 grados centígrados hacia abajo, no hay efecto de condensación y no hay vapores, la tendencia es que mientras el motor está frío más gasolina consume, porque los sensores de temperatura registran estas cifras bajas de calor y enriquecen la mezcla, es decir, mandan más gasolina a las cámaras, entonces el consumo se incrementa.
“A manera de conclusión, el efecto de evaporación de la gasolina existe, pero definitivamente la pérdida es muy insignificante, desperdiciamos más gasolina al circular con nuestro coche con las ventanas abajo, estamos hablando de un incremento de consumo de combustible de un 15 por ciento. que rellenando el tanque al mediodía, cuando el sol está al máximo.
“Inclusive, un compresor de aire acondicionado encendido incrementa el consumo de combustible entre un tres y un cinco por ciento, trabajando a su máxima capacidad, realmente es nada, gastas menos combustible con el aire acondicionado encendido que con las ventanas abajo, de modo que si queremos ahorrar en gasolina, no es por este lado por donde debemos empezar.
“Si realmente queremos ahorrar gasolina, mejor debemos estar seguros de que el motor de nuestro coche esté bien afinado, cambiar nuestros malos hábitos de manejo, como los acelerones, checar que la presión de inflado de las llantas sea el correcto para reducir al máximo la fricción de los neumáticos con el asfalto y buscar gasolinerías que realmente vendan litros de a litro, entre otras medidas”, concluyó el especialista.
Para poder apreciar el fenómeno de la evaporación de la gasolina y que afecte nuestro rendimiento, tendríamos que quitar el tapón del depósito todo el día y que el calor en el ambiente sea extremo, pero en condiciones normales de uso la pérdida es mínima.
Recomendaciones para ahorrar combustible
En un coche con transmisión manual, no hagas el cambio de velocidad a altas revoluciones, lo ideal es hacerlo entre las dos mil y 2,500 rpm.
Para ahorrar combustible, el motor tiene que permanecer en un estado óptimo, así como los sistemas y componentes que te rodean. Todo lo que no sea así generará consumo, pues dificultará su trabajo
La baja presión de inflado de los neumáticos provocarán un trabajo adicional al propulsor, y eso se notará en el incremento de consumo de combustible de tu auto, de modo que verica que la presión sea la adecuada.
Licenciado en Periodismo por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, fotógrafo automotríz y entusiasta de las cuatro ruedas. / IG: @elpablomonroy