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Por Editorial La Síntesis

A medida que el ciclo escolar 2023-2024 se acerca en México, las aguas se agitan en torno a la controversia que rodea a los nuevos libros de texto gratuitos federales. En un giro que agrega más leña al fuego, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha emitido una segunda orden de suspensión en la distribución de estos materiales educativos, esta vez en el estado de Coahuila. Esto se suma a la suspensión anterior otorgada al estado de Chihuahua la semana pasada por posibles violaciones en los procedimientos de aprobación de contenidos.

En medio de esta agitación, la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) ha obtenido un amparo a nivel nacional de una jueza federal. La orden instruye a la Secretaría de Educación Pública a distribuir en todo el país los libros correspondientes al ciclo escolar 2022. No obstante, esta decisión podría ser impugnada por el Gobierno de México.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha respondido a este torbellino con un llamado a la prudencia. En su conferencia de prensa, instó a esperar la decisión definitiva de la Suprema Corte y acusó a la oposición de orquestar una campaña de “conservadurismo” y “politiquería” en contra de los materiales educativos que componen su modelo educativo, conocido como “La Nueva Escuela Mexicana”.

No obstante, la oposición, junto con voces críticas como la Iglesia católica, han alzado sus voces, alegando que este modelo promueve el “adoctrinamiento ideológico”. Alrededor de ocho estados en México, gobernados por partidos opositores, han rechazado la distribución de los nuevos libros de texto hasta que una resolución judicial clara sea alcanzada.

López Obrador, aunque respetuoso de las decisiones judiciales, no ha ocultado su descontento. Ha tachado la suspensión de “arbitraria, injusta, tendenciosa, conservadora y politiquera”. Aun así, mantiene la esperanza de que los libros de texto gratuitos estarán disponibles en la mayoría de las escuelas para el inicio del nuevo ciclo escolar.

En medio de esta batalla por el futuro educativo de México, la imagen de padres quemando los nuevos materiales educativos en Chiapas, argumentando su inapropiado contenido, ha agregado un componente visual a la polémica. Este episodio ha exacerbado la polarización en un país ya dividido.

Aunque López Obrador tacha este acto de “retrógrado” y “medieval”, la crítica persiste. La oposición, legisladores, organizaciones civiles y sectores académicos expresan su preocupación por el contenido de los libros y su potencial de fomentar polarización en los estudiantes.

Expertos consultados por CNN enfatizan que el uso de libros de texto que no cumplen con estándares requeridos podría acarrear consecuencias graves, especialmente en términos de derechos infantiles. A pesar de los desafíos judiciales, el gobierno busca que cerca de 100 millones de libros de texto gratuitos alcancen a millones de estudiantes. En el ciclo escolar 2022-2023, México tenía un registro de 24 millones de alumnos en educación básica, según datos oficiales. A medida que la controversia continúa, la nación observa con atención el destino de su sistema educativo en el umbral de un nuevo ciclo escolar.

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