La reina Rania de Jordania visitó el campo de refugiadas Kara Tepe, en la isla de Lesbos, en Grecia.
Durante la emotiva visita, la monarca pidió una respuesta global ante la creciente crisis de refugiados.
Uno de los momentos más conmovedores de la visita fue cuando Rania se encontró con una madre, cuyo bebé sufrió severas quemaduras en Afganistán. Esta imagen le da un rostro real a cómo lucen las heridas de las guerras que azotan a los países árabes.
Rania fue invitada por la organización sin ánimo de lucro Comité Internacional de Rescate (IRC) y durante las dos horas que duró su visita se centró en la situación de los refugiados en Lesbos, con los que habló directamente en árabe, su propio idioma.
“Escuchando las historias de los refugiados es difícil decidir cuál es más desgarradora porque cada una es una tragedia”, dijo en su cuenta de Twitter al finalizar la visita.
El viaje de la reina de Jordania a Lesbos se dio algo más de una semana después de que el papa Francisco, el patriarca ecuménico Bartolomé y el arzobispo Jerónimo II visitaran el centro de detención de Moria, un evento histórico que puso todas las miradas sobre la isla del Egeo.
“La comunidad global debe encontrar alternativas legales y corredores hacia la seguridad, y trabajar a largo plazo en soluciones sostenibles a esta crisis”, dijo Rania en un tweet.
Francisco I se llevó tras su visita a Lesbos a 12 refugiados con él al Vaticano, todos procedentes de Siria.
“La responsabilidad con los refugiados no puede estar definida por la geografía. Es más grande que cualquier país o que la capacidad de una región para hacerle frente”, señaló Rania de Jordania en otro tweet.
“Debemos traer la humanidad y la compasión de vuelta a la narrativa porque la crisis de refugiados es sobre personas, no sobre fronteras y barreras”, defendió en su cuenta de Twitter Rania.
Treinta y cinco personas serán deportadas mañana desde Lesbos a Turquía dentro del acuerdo de migración entre la Unión Europea y este país, tras pedir muchos de ellos el regreso voluntario ante el cierre de las fronteras, informan hoy los medios locales.
La reina contó que los refugiados han arriesgado todo, sus familias, sus posesiones, con el fin de encontrar un lugar seguro.
A la reina Rania le resultó complicado decidir qué historia de todas las que escuchó fue la más angustiante, ya que para ella se trata de una “increíble tragedia”.
La Reina también destacó la urgencia de encontrar alternativas legales y de seguridad para los refugiados, que huyen de la guerra y luchan para solicitar asilo.
Rania advirtió que las personas desesperadas seguirán intentado alcanzar la seguridad en Europa, incluso a través de nuevas y peligrosas rutas.
En su visita, Rania le agradeció al gobierno y al pueblo griego, que han demostrado una “notable empatía y amabilidad con los refugiados”, a pesar de haber atravesado seis años de dificultades económicas.
Para los miles refugiados que llegan a Grecia, la isla de Lesbos es solo un punto de descanso en su ruta hacia otros países.