La corrupción en la dirección de Registro Civil de Acapulco es una enfermedad incurable y al parecer son los propios funcionarios quienes le dan oxigeno para sobrevivir.
En redes sociales son cada vez más las denuncias ciudadanas ante la falta de atención y sensibilidad de los funcionarios encargados de las oficinas centrales así como de las oficialías. En días pasados circuló en grupos de WhatsApp la queja ante la falta de formatos oficiales, haciendo que las personas que acuden a tramitar un servicio tengan que regresar generando un gasto adicional a su economía familiar.
Presenciamos como el señor (nombre) mostraba su molestia ante la falta de los formatos para poder acceder a su acta de matrimonio, misma suerte corren los ciudadanos que acuden a tramitar su acta de divorcio.
Los usuarios visiblemente molestos acusaron que el director de la dependencia no resuelve las quejas de los acapulqueños.
Ante la pandemia los roles de trabajo escalonado para reducir el aforo en las oficinas se vio sin cambios en el área de tramites ya que de acuerdo a los propios usuarios, los encargados los citan antes de la hora oficial de salida para que el pago que realizan no entre a la caja que cierra a las tres de la tarde. Se conoce que bajo esta modalidad un trámite que puede tomar días y con un costo de 350 pesos puede ser entregado en cuestión de horas por la cantidad de 1,000 pesos que el ciudadano ante su urgencia contribuye a este espacio de la corrupción.
La Presidenta Municipal de Acapulco, Abelina López Rodríguez en sus tres ejes principales de su gobierno ofreció mejorar los servicios públicos y acabar con la corrupción.
Corrupción como la que se vive en la oficialía 35 de centros hospitalarios que cumple dos años sin titular y el director no gestiona el nombramiento ante la presidenta, fomentando un hueco legal y siendo cómplice de algo que puede generar ganancias en efectivo y no a las arcas del Municipio.
Sumado al problema de corrupción en la dirección del Registro Civil de Acapulco se encuentra el acoso laboral que realiza a los sindicalizados del ayuntamiento adscritos a su dependencia a quienes ha ordenado levantar actas por diversos motivos, maquillándolos como ordenes de la dirección de recursos humanos.
Registro Civil, un pozo de corrupción del cual al parecer ya empiezan a sacarle agua los nuevos funcionarios en complicidad con empleados de la dependencia.
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