Un equipo de investigadores científicos de Noruega detectó que un adulto joven puede sumar más de una década a su esperanza de vida si cambiara su dieta de la típica occidental -con comida chatarra- a una dieta optimizada que incluya más legumbres (como lenteja, garbanzo, soja, y porotos), cereales integrales y frutos secos, y menos carne roja y procesada.
El trabajo fue realizado por científicos del Departamento de Salud Pública global y atención primaria de la Universidad de Bergen, en Noruega. Antes de hacerlo tuvieron en cuenta investigaciones previas relacionadas con el impacto de la calidad de la alimentación en la expectativa de vida.
Una dieta optimizada debe incluir más legumbres (como lenteja, garbanzo, soja, y porotos), cereales integrales y frutos secos (Foto: Franco Fafasuli)
Las mayores ganancias en años de vida se obtendrían comiendo más legumbres, cereales integrales y frutos secos, y menos carne roja y procesada. Para las personas mayores, las ganancias serían menores pero sustanciales. Incluso la alimentación de aproximación a la viabilidad indica un aumento de la expectativa de vida en un 7% o más para ambos sexos en todos los grupos de edad.
Las mayores ganancias se obtendrían comiendo más legumbres (2,2 años en mujeres y 2,5 en hombres), más cereales integrales (2 años en mujeres y 2,3 en hombres), más frutos secos (1,7 años en mujeres y 2 en hombres), menos carne roja (1,6 años en mujeres y 1,9 en hombres) y menos carne procesada (1,6 años en mujeres y 1,9 en hombres).
A los 60 años, adoptar una alimentación saludable podría aumentar 8 años en el caso de las mujeres y 8,8 años en el caso de los hombres, y las personas de 80 años podrían ganar 3,4 años, según detallan los científicos.
Llevaron la investigación a una herramienta concreta. Desarrollaron la calculadora en línea Food4HealthyLife que permite estimar de forma instantánea el efecto sobre la expectativa de vida tras una serie de cambios en la alimentación diaria. “Conocer el potencial sanitario relativo de los distintos grupos de alimentos podría permitir a las personas obtener beneficios sanitarios viables y significativos”, afirmaron.