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El barco cruzó este lunes el estrecho de Florida desde Miami hacia La Habana, reanudando los viajes comerciales. Una multitud de curiosos recibió a los 704 pasajeros que se embarcaron en el histórico viaje.

El buque Adonia, perteneciente a la compañía de cruceros Carnival Corp., zarpó el domingo por la tarde con 704 pasajeros rumbo a la capital cubana, adonde arribó este lunes por la mañana. Así se convirtió en la primera embarcación con turistas a bordo que encalla en La Habana desde que el ex mandatario estadounidense Jimmy Carter eliminó prácticamente todas las restricciones de viaje de los Estados Unidos a Cuba a finales de la década de 1970.

Las restricciones de viaje se restablecieron luego de que Carter dejó la Casa Blanca, y los cruceros a la isla fueron posibles otra vez después de que los presidentes Barack Obama y Raúl Castro anunciaran la reanudación de relaciones diplomáticas el 17 de diciembre de 2014.

La llegada del barco norteamericano a La Habana es el primer paso hacia un futuro donde miles de naves al año podrán cruzar los Estrechos de Florida, un paso cerrado durante mucho tiempo debido a tensiones que una vez pusieron al mundo al borde de una guerra nuclear. Los Estados Unidos cerraron los estrechos durante la crisis de misiles de Cuba, y miles de cubanos han huido a través de ellos hacia Florida en embarcaciones precarias y un sinnúmero murieron en el trayecto.

El número de cubanos que tratan de cruzar los estrechos está en su punto máximo en ocho años, y los barcos mercantes regularmente rescatan a gente en lanchas.

Un poco de historia
Antes de la Revolución de Cuba en 1959, los cruceros viajaban con regularidad entre ambos países. Elegantes barcos zarpaban desde Nueva York, y viajes de fines de semana por 42 dólares la noche salían dos veces por semana desde Miami, dijo Michael L. Grace, un historiador amateur sobre cruceros.

Los cruceros desde Nueva York ofrecían ostentosas cenas, películas, bailes y apuestas de “caballos” en los que los camareros jalaban caballos de madera alrededor de una pista de baile y se determinaba cuántos metros podían mover por turno.

La empresa United Fruit operó un servicio semanal que salía de Nueva Orleans, agregó Grace. “Cuba era un destino muy grande para los estadounidenses, enorme”, añadió.

Los cruceros mermaron después de la Revolución, y se congelaron por completo luego de que Fidel Castro expulsó al gobierno de Fulgencio Batista, que era respaldado por Washington.

 

Tomado de Infobae

 

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