Miguel Ángel Hernández Albarrán
Resulta paradójico que una corriente filosófica de pie a una corriente política que se ha potencializado para justificar la gran corrupción de Andrés Manuel López Obrador y su cuarta transformación. (Es decir, un cínico es aquel que habla de algo a sabiendas de que no es cierto, o que hace algo a sabiendas de que no es lo correcto, sin que ello le represente ningún tipo de sufrimiento moral, dado que posee una visión desconsolada y pesimista de la sociedad humana.
Fuente: https://concepto.de/cinismo/#ixzz7skHBw5SM queda claro el concepto del cinismo que priva como norma y esquema político del llamado Lópezobradorismo.
Andrés Manuel ha generado un diccionario para su lenguaje político y de paso tiene un manual de frases que son sinónimo de aquello que pretende negar, así tenemos que hemos pasado de las de las *aportaciones ” a las” gestiones “, de las” ligas” a los “sobres” y a las “bolsas”, en una palabra aceptar la corrupción sin aceptar que es parte de la misma, cinismo puro, negando lo evidente y apelando al pasado y a la corta memoria del mexicano, al final de cuentas, simplemente podrán decir que la corrupción es una percepción del pasado conservador, no “somos los mismos”. Esto a pesar de lo escandaloso de su corrupción.
Lopez Obrador tiene fieles y obligados seguidores de su corriente desde Mario Delgado, Layda Sansores, Bartlett, Sheinbaum, Monreal por dar algunos ejemplos y otros tantos familiares que son parte de la corrupción e impunidad, el cinismo en aceptar con negación el hecho de ser corruptos e ineptos es parte de su estrategia de comunicación política, aplicando la máxima de “yo no soy” y la auto victimización, siempre habrá a la mano un culpable o un pasado, ya en las filas de MORENA y con la bendición de AMLO todo corrupto es perdonado y redimido, ya no pide “moches”, pero recibe “aportaciones”, el cinismo es su marca registrada, el sello de la cuarta transformación y su corrupción.
Tenemos un reciente ejemplo de cinismo con los vídeos de actuales funcionarios de Campeche los cuáles forman parte del gabinete de gobierno de Layda Sansores no tan sólo no niegan ser ellos recibiendo (agarrando) fajos de billetes, aceptan la veracidad de las imágenes, pero cínicamente niegan que sea un acto de corrupción, el propio López Obrador les dio línea y la tablita de salvación, si, si eran corruptos, pero solo cuando eran priistas y trabajaban con Alito Moreno, ya en Morena son blancas palomas y víctimas de los conservadores.
Otra perla del cinismo de Andrés Manuel es afirmar que por su venía y lo aseguró en la mañanera que la ministra Norma Piña llegó a la presidencia de la SCJN gracias a él, cuando desde que Piña asumió la SCJN, se ha dedicado a atacarla y a denostarla tanto a ella como a jueces, con su razonamiento de que lo “no mancha tizna”, hay quienes se mimetizan con el cinico mayor, como lo es Claudia Sheinbaum o pasan a ser bufones políticos al servicio de AMLO como lo es Félix Salgado Macedonio representante del cinismo en Guerrero, habrá que recordar que Félix le abrió la puerta al narco en Acapulco, la lista de los miembros del clan del Lópezobradorismo es larga y seran recordados como…¡ Los Cínicos!
PD. Andrés Manuel López Obrador es tan cínico que reconoce con una negación permanente que su utopía es un total y reverendo FRACASO.