Por: Roberto Garza
La lucha contra el desabasto de medicamentos en México ha sido un tema recurrente en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). En una reciente declaración durante su conferencia matutina del 23 de agosto, el mandatario reveló la fecha de inicio de su propuesta solución: la creación de una “superfarmacia” en la Ciudad de México.
La farmacia, según la visión de AMLO, operará como un almacén que contendrá “todos los medicamentos que hay en el mundo”. El presidente enfatizó que la farmacia buscará abastecerse globalmente, incluso importando medicamentos desde lugares tan lejanos como India, China, Francia y Corea del Sur. La farmacia estará conectada a todos los hospitales y centros de salud públicos del país, permitiendo que los medicamentos sean entregados en un plazo de un día en caso de escasez.
AMLO sostiene que este enfoque es posible gracias a la eliminación de la corrupción en la compra de medicamentos. Alega que previamente, la compra de medicamentos involucraba a intermediarios que no tenían relación con la fabricación, lo cual ha sido eliminado para garantizar la salud del pueblo.
Sin embargo, esta propuesta no ha estado exenta de críticas. José Narro, exsecretario de Salud y exrector de la UNAM, la calificó como “una ocurrencia más” por parte del presidente. Narro sugiere que AMLO parece menospreciar la contribución de expertos en la solución del problema de abasto de medicamentos. Por otro lado, Sonia Rocha, asesora legal de colectivos ciudadanos como el Movimiento por la Salud y la Integridad Social, criticó la propuesta como “una burla y con dolo”. Afirmó que si el gobierno no ha logrado la compra consolidada ni la distribución adecuada de quimioterapias, la promesa de la “superfarmacia” genera más escepticismo que confianza.
A medida que el arranque del nuevo proyecto se acerca, las opiniones divergentes sobre su efectividad y viabilidad plantean cuestionamientos significativos sobre la estrategia. La salud del pueblo mexicano y la resolución de la crisis de medicamentos siguen siendo una preocupación apremiante. Sin embargo, queda por verse si la “superfarmacia” de AMLO será la solución concreta y efectiva que se necesita o si se convertirá en otra controversia en el largo camino hacia la mejora del sistema de salud en México.