Los sucesos sociales de la violencia, han demostrado que existen diversos tipos y que nos afectan a todos. Poco a poco tomamos consciencia de fenómenos violentos que antes teníamos normalizados. Los estudios de las violencias contra las mujeres han resaltado la necesidad de erradicarlas y que estas sean tomadas como toda tarea principal de gobierno.
La legalización del aborto, la tipificación de delitos como el acoso, el hostigamiento sexual y asecho, han sido luchas que tomaron forma con argumentos certeros, que plasmaron la necesidad de ser reconocidas en nuestros derechos humanos. Poco a poco se oyen las voces de profesionistas que llegan a cargos de poder, abriendo caminos y llenando de esperanza a muchas mujeres mas, que pueden plasmar su identidad en una concepción distinta a la que el constructo social nos encasillaba.
El debate sobre si una mujer puede participar en la vida publica o ser eficiente como profesionista, ha sido superado hace mucho tiempo, a pesar de que aun escuchemos argumentos que nos minimizan o buscan frenar nuestra preparación, dedicación y amor a nuestro trabajo. Si bien, en este camino no siempre se ha podido generar por la via del dialogo y la buena comunicación; la indignación a las violencias que vivimos las mujeres, ha sido la fuerza que hizo sonar nuestras voces, que se tornaron ideas certeras y que hoy garantizan nuestros derechos.
Los derechos que se nos han reconocido a las mujeres, van cambiando la forma en como ver el mundo en el que vivimos, nacieron nuevas relaciones humanas y las políticas publicas son giradas a este entorno. Hoy tenemos el Tribunal Federal tiene al mando a una mujer, por primera vez en la historia; ante todo embate de denostaciones en redes, (violencia digital),ella ha guardado calma, siendo coherente con sus ideas de que el tribunal es un espacio para el estudio en soledad para la construcción de sentencias que definen vidas, donde no da cabida el protagonismo, el individualismo y la fama. Aplaudo su reacción tan coherente y responsable, sabe que nos representa a las mujeres, que estamos preparadas para tomar cargos de poder, certereras de nuestra profesión, con amor a nuestro trabajo y estudio constante.
El debate seguirá existiendo, pero las bases del movimiento feminista tiene consideraciones documentadas, que permanecen en esencia, por mas que el mundo político quiera sacar beneficio propio. Todos los rostros de las mujeres aviva el amor por la causa; ¡No solo somos más dentro de la población, somos fuerza, creemos en nosotras y estamos preparadas, pero sobre todas las mujeres merecemos vivir una vida libre de violencia!
Por: Lic. Karla Elizabeth González Ramírez.
