Miguel Ángel Hernández Albarrán
Erase una vez un Guerrero bronco, un Guerrero de héroes de la independencia, de la revolución, de la lucha armada, de luchas sociales, estudiantiles y de hombres de la historia brava, de la escuela mundial del turismo, de la Bahía del glamour y el Acapulco generador de divisa extranjera a nivel nacional, de movimientos universitarios, de campesinos y copreros, el Guerrero de la historia de México, México es Guerrero, Guerrero es México.
Parafrasear a José Francisco Ruiz Massieu quien dijo premonitoriamente “o cambiamos o nos cambian” lo tomamos a pie juntilla como referencia directa al PRI, esa parte ya se cumplió (el PRI ni cambio y lo cambiaron), hoy esa frase cobra vigencia para Guerrero, si los guerrerenses no lo entendimos, cambiamos de partido, hay alternancia y nos cambiaron, cambiaron la paz social, por la narco política, los políticos se dejaron seducir por los narcos y ahora el narco manda y juega a la Política.
Guerrero también ha sido y es parte de la narco economía desde hace muchos años, la siembra de mariguana nos dio fama, baste recordar la “Acapulco gold” como denominación de origen de la canabis guerrerense, pasamos a ser productor de amapola, las costas rutas de trasiego de cocaina y armas, hoy ya hay sembradíos de planta de coca, hasta la mítica guerrilla ha mutado a grupos paramilitares protectores de sembradíos y parte de carteles o hasta jefes de plaza en las siete regiones del estado.
El Guerrero de la lucha política y que dio paso a la lucha de la izquierda, hoy es más bien tablero político de narcos, los cuales ponen desde regidores, presidentes municipales, diputados locales y federales, senadores y se presume qué hasta la actual gubernatura, aclaro hay excepciones pero hasta esas de han visto asediadas por la narco Política, la cual apoya económica y electoralmente con su estructura operativa coercitiva.
Hay que recordar lo que ha pasado en tierra caliente y hoy el ejemplo es Chilpancingo y sus recientes hechos, se habla de movilización social provocada por el narco, se habla de violencia generada por el incumplimiento de tratos, se filtran vídeos, se justifica la inacción desde el atril mañanero, se toma el palacio de gobierno (plaza de armas), se rebasa y se rebaja a la fuerza pública, se denota un vacío de poder y se respira ingobernabilidad e ineptitud en la gobernanza, se toman acuerdos y se baja la cabeza, punto para el narco promotor de la revuelta social y el manejo político, se pueden mencionar nombres, se puede recordar a quienes han pactado con narcos desde su paso por el ayuntamiento de Acapulco, los nombres ahí están, la fama pública es comentario social permanente y ya en la normalidad, solo queda preguntar, decidir y aceptar si permitiremos vivir en el… ¿Guerrero bronco o narco.?
PD. Evitemos caer en la justificación de que así están otros estado en México, los guerrerenses no debemos permitir que Guerrero de vaya al carajo, si bien ya esta de picada la historia de los guerrerenses ni debe de ser atropellada por la ambición de poder de quien (es) son cómplices, junto con los que viven en Palacio Nacional.