El resultado de las elecciones presidenciales austríacas del domingo sigue siendo una incógnita. Un total de 144.006 votos definen la distancia que separa a los dos principales candidatos. Un margen tan estrecho que el ganador solo se sabrá este lunes cuando se cuente el voto por correo.
Austria se sigue debatiendo entre el progresismo y la debacle ultranacionalista que asola Europa. Por un lado está Alexander Van der Bellen, un intelectual de izquierda de 72 años cuyo discurso europeísta y de apertura a los refugiados es apoyado por los estratos más educados de la sociedad. Por otro, y en las antípodas del espectro político, se sitúa Norbert Hofer, un ultranacionalista de derechas que reclama una Austria para los austríacos y el cierre de fronteras para los inmigrantes.
De momento, y a la espera de que se haga recuento del voto por correo, Hofer ha conseguido un 51,9% de votos mientras que Van der Bellen se queda con el 48,1%. Si la distancia se mantiene, Hofer será el primer presidente de extrema derecha elegido en la Unión Europea desde la caída del nazismo.
Pero, ¿quién es en realidad Norbert Hofer? ¿Por qué su candidatura ha tenido tanto éxito?
– De 45 años, es el candidato más joven en presentarse nunca a unas presidenciales austríacas. Candidato oficial del partido de extrema derecha FPÖ, Partido de la Libertad, Hofer es un ingeniero aeronáutico convertido hace unos años en político.
Hofer es capaz de expresar sus puntos de vista anti-inmigración, anti-refugiados y anti-islam con una sonrisa en la cara y sin levantar la voz
– Es conocido por ser la cara amable del FPÖ por su retórica modulada con precisión que está lejos del típico discurso agitador de extrema derecha. Hofer es capaz de expresar sus puntos de vista anti-inmigración, anti-refugiados y anti-islam con una sonrisa en la cara y sin levantar la voz.
– Su discurso ha revitalizado al partido y ha conseguido captar la simpatía de gran parte de los austríacos que temen que la actual política migratoria bombardee las bases de su civilización. Con consignas como “Necesitamos controlar nuestras fronteras. Austria no es la seguridad social de medio planeta” o “El islam no es parte de Austria y no quiero que Austria sea un país de mayoría musulmana”, los votantes más descontentos y patrióticos le ha jurado amor eterno al líder.
– Su retórica llana y sin grandes artificios en la que los austríacos “son siempre lo primero”, le ha valido ser considerado por algunos analistas políticos como “un lobo con piel de cordero”.
“Austria y los austríacos primero”, “Austria no es la seguridad social de medio planeta” o “el islam no es parte de Austria”, son consignas que resuenan en cada uno de sus mítines
– Pero Hofer no es para nada un pacifista. Defensor del uso de las armas, quiere armar Austria mientras él mismo lleva una pistola Glock 9mm que él define como “consecuencia natural de la inmigración”.
– Además de ser militante desde hace dos décadas del FPÖ, es miembro de honor de dos cofradías estudiantiles ultranacionalistas y pangermanistas.
– Ese mismo pangermanismo del que presume, hizo que en varias ocasiones acudiera al parlamento con un ramillete de la flor de maíz (brunonia azul) clavada a la solapa de su chaqueta. Esta pequeña flor azulada es conocida por haber sido un símbolo clandestino del nazismo. Entre 1934 y 1938, cuando el partido nazi fue prohibido en Austria, los miembros del partido llevaban la flor en secreto para reconocerse entre ellos. Antes de ello fue popularizada por el político pangermanista Georg Ritter von Schonerer, descrito como “el padre espiritual” de Adolf Hitler.
Si los votos se consolidan, la elección final de Hofer podría ser un tremendo catalizador para la ultraderecha. Los analistas pronostican, a modo de funestos augurios, un fortalecimiento de los ultranacionalistas en toda Europa que pretenderán hacerse con el poder a través de un discurso xenófobo, patriótico e intolerante.
Si la distancia se mantiene, Hofer será el primer presidente de extrema derecha elegido en la Unión Europea desde la caída del nazismo
Vía Playgroundmag