Somos lo que pensamos, decimos y hacemos pero también estamos conformados por nuestras raíces, esas que nos definen incluso antes de nacer.
Negar dichas semillas es entorpecer el entendimiento del ser y del espíritu; avergonzarnos de nuestro origen es paralizar un fragmento del alma que, aunque a veces menospreciamos, nos hace únicos.
Diego Huerta, a través de fotografías, ha logrado capturar la esencia de distintos pueblos indígenas en los que colores, personas, sabores, texturas e incluso olores, narran años de tradición mejor que cualquier libro de historia. La captura de instantes reales, orgánicos y estéticos provoca orgullo.
HASTA AQUÍ EN LASINTESIS.MX QUIERES LEER TODO LO DEMÁS, HAZLO EN LA FUENTE ORIGINAL http://culturacolectiva.com/el-fotografo-que-muestra-porque-no-hay-que-avergonzarnos-de-nuestras-raices//