En una encuesta exclusiva realizada por Buendía & Márquez para EL UNIVERSAL, se confirma que Claudia Sheinbaum mantiene una ventaja consistente sobre Marcelo Ebrard en la contienda por la candidatura presidencial de Morena. A más de tres semanas desde que se anunciaron los lineamientos para elegir al candidato, estos resultados son clave para entender el panorama político actual.
La encuesta nacional en vivienda, llevada a cabo del 22 al 26 de junio, coincide con el inicio de las actividades de los aspirantes de Morena y es la primera medición que incluye a los seis contendientes, tras la inclusión de Manuel Velasco del PVEM en el proceso de selección.
Claudia Sheinbaum lidera las preferencias entre los seis aspirantes, con un 34% de los encuestados que la prefieren como candidata de Morena y su coalición para la Presidencia de la República. Por su parte, Marcelo Ebrard obtiene el respaldo del 22% de los participantes. Los demás aspirantes registran cifras entre el 6% y el 8%. Es importante destacar que, dependiendo de las reglas de selección, esta pregunta podría ser determinante en la definición de la candidatura de Morena.
La ventaja de Sheinbaum sobre Ebrard se debe principalmente a los simpatizantes de Morena, ya que la exjefa de Gobierno cuenta con una ventaja de 27 puntos (45% contra 18%) dentro de este grupo. Sin embargo, entre los independientes, esa ventaja se reduce a solo 3 puntos (29% contra 26%). Por otro lado, Ebrard cuenta con una ventaja de 11 puntos porcentuales (32% contra 21%) entre los encuestados que simpatizan con los partidos de oposición.
En términos de reconocimiento de nombre, Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum son los aspirantes más conocidos, con niveles de reconocimiento del 71% y el 66%, respectivamente, lo cual los distingue claramente del resto de los contendientes. Manuel Velasco, del PVEM, cuenta con un nivel de conocimiento del 29%.
A excepción de Ricardo Monreal, el reconocimiento de los demás contendientes ha aumentado, presumiblemente debido a la cobertura mediática recibida en las últimas semanas. Adán Augusto López ha experimentado el mayor incremento en su reconocimiento, pasando del 26% al 36%. Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y Gerardo Fernández Noroña han aumentado entre 6 y 7 puntos en este indicador.
A pesar de que Marcelo Ebrard conserva una ventaja en términos de reconocimiento sobre Claudia Sheinbaum, esta última ha mantenido consistentemente un mayor porcentaje de opiniones favorables a lo largo de la serie. En esta última medición, Sheinbaum amplió ligeramente su ventaja respecto a Ebrard, situándose 4 puntos porcentuales por encima en términos de opiniones favorables (45% contra 41%).
En cuanto al potencial de voto, el 52% de los encuestados manifestó que podría votar por Sheinbaum en la elección presidencial, mientras que el 46% respondió lo mismo sobre Ebrard, lo cual implica una diferencia de 6 puntos porcentuales.
En cuanto a atributos, el 68% considera que la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México comprende las preocupaciones de la gente, mientras que el 59% piensa lo mismo del exsecretario de Relaciones Exteriores. En términos de honestidad, el 63% atribuye esa cualidad a Sheinbaum, mientras que el 55% lo hace para Ebrard.
Casi la mitad de los encuestados afirma haberse decidido por un candidato en la selección del aspirante de Morena. Dentro de este grupo, Claudia Sheinbaum mantiene una ventaja considerable sobre Marcelo Ebrard (45% contra 25%). Sin embargo, uno de cada tres encuestados todavía tiene dudas sobre quién debería ser el abanderado de Morena. De ellos, el 35% prefiere a Sheinbaum y el 29% opta por Ebrard.
En cuanto a la segunda preferencia de los encuestados, un 13% prefiere a Sheinbaum pero considera a Ebrard como su segunda opción, mientras que un 11% prefiere a Ebrard pero tiene a Sheinbaum como su segunda opción.
En términos estratégicos, resulta interesante analizar el efecto del retiro de alguno de los demás aspirantes en la contienda. Sin embargo, los datos revelan que la brecha entre Sheinbaum y Ebrard se mantiene prácticamente igual en caso de un hipotético retiro de alguno de los demás contendientes. Esto sugiere que, si las tendencias actuales se mantienen, la declinación de algún aspirante no tendría un efecto determinante en el resultado final.