Iris es autista y gracias a la llegada de una mascota a su vida, todo ha cambiado, incluso se ha destapado como una gran artista cuyas obras sorprenden a coleccionistas.
La fiel compañera de la pequeña es una gata llamada Thula que la acompaña todo el día: en la siesta, en el baño, y, por su puesto, mientras pinta sus obras.
Desde el momento en que Thula llegó a casa de Iris fue como si ambas fueran viejas amigas. Desde aquel momento la pequeña empezó a abrirse. «Thula estuvo al lado de Iris desde el momento que la vio y durmió en sus brazos durante la primera noche, como si fuera su guardián», así lo explicó Arabella, la madre de la niña, a Daily Mail.
La primera mañana que Iris se despertó tras la llegada de Thula, amaneció con una gran sonrisa y dijo «Más gato», mientras la mascota la seguía.
Arabella comparte en su página web cómo su hija avanza en su terapia de expresión oral y colectiva. Gracias a la pintura, Iris se relaja y se muestra más tranquila. Incluso, como relata en la web «por primera vez nuestra familia fue capaz de hacer un viaje al extranjero». Todo un «logro» recalca, para una niña pequeña que es incapaz de hablar y suele estar aislada en casa.
Un logro conseguido gracias también gracias al efecto que Thula ha conseguido en la vida de Iris.
Retomado de http://www.abc.es/recreo/abci-como-vida-iris-nina-autista-cambio-cuando-gata-thula-llego-ella-201603011314_noticia.html