Vecinos del barrio de Santa Lucía, en las calles 27 A y 46 A, decidieron “amarrar” a un poste a un trabajador de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), debido a su molestia porque durante 3 días no habían tenido el suministro eléctrico.
Los apagones eléctricos, que ocurren sin previo aviso y en horarios no programados, han puesto en jaque la economía local, ya que los comercios, empresas y pequeños negocios han sufrido pérdidas significativas debido a la interrupción en sus actividades comerciales y productivas. Además, los hogares de la zona han enfrentado serios problemas al perder alimentos y enfrentarse a condiciones de incomodidad y desabastecimiento durante los cortes de energía.
La situación ha llevado a la comunidad a alzar su voz y manifestarse en contra de la negligencia y falta de atención por parte de las autoridades competentes. La falta de respuesta satisfactoria por parte de la CFE ha profundizado la sensación de abandono y desamparo en esta región costera.
También demandan transparencia en la gestión y distribución de la energía eléctrica, así como una mayor inversión en infraestructura para evitar futuros apagones. Los habitantes están decididos a luchar por sus derechos y no descansarán hasta encontrar una solución adecuada a esta crisis eléctrica que les afecta día a día.
