El defenestrado ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, se encuentra en el proceso de escritura de un libro titulado “Ángel Aguirre: la otra verdad de Ayotzinapa”, en el que contará su versión sobre los sucesos ocurridos el 26 de septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero, madrugada en la que desaparecieron 43 estudiantes de la Normal Raúl Isidro Burgos de Ayoztinapa.
De acuerdo con el periodista José Ureña, al ex mandatario que “le explotó la matanza de normalistas en el municipio perredista de Iguala y le costó el cargo, planea de esa forma su reaparición”.
En su columna Teléfono Rojo publicada en el diario 24-Horas de la Ciudad de México, Ureña asegura que para escribir el texto el ex dos veces ex gobernador contrató a “un periodista avezado” para tal efecto.
En el texto, dice la columna, el originario de Ometepec presentará “su larga versión desde la creación de cárteles, su lucha por el control regional, y sobre todo, cómo se corrompió toda la estructura de poderes locales”.
Ureña asegura que Ángel Heladio abundará sobre el dato de que supuestamente infomró al gobierno federal sobre la situación previa.
“Les informé de los nexos del alcalde José Luis Abarca y su gente con el cártel Guerreros Unidos, pero no se hizo nada”, dice el periodista sobre algunas de las palabras escritas por el también ex diputado federal y ex senador de la República.
“El hecho no es confirmado en la Secretaría de Gobernación (Segob) de Miguel Angel Osorio Chong, pero sería interesante saber con quién lo habló Aguirre Rivero”, escribió Ureña en su columna.
“La investigación a Abarca [José Luis] y su esposa María de los Ángeles Pineda pudieron evitarle una vergüenza internacional a México y el desprestigio al gobierno de Enrique Peña Nieto”, señaló el columnista.
“No fue así y el país paga las consecuencias, pues hoy todas las versiones coinciden: la policía de Abarca detuvo a los normalistas de Ayotizinapa y los entregó al cártel patrón del alcalde de Iguala. Enterraron cadáveres en otros estados. Otra verdad de Ángel Heladio Aguirre Rivero empatan con el reciente informe de expertos. Con algunas luces adicionales”, asegura Ureña.
El periodista dice en su columna, que con informes de la Procuraduría estatal, el ex gobernador plantea la tesis de que las declaraciones de los detenidos coinciden en que los estudiantes fueron entregados a Guerreros Unidos, cuyos capos dieron la orden de confesarlos, ejecutarlos e incinerarlos para desaparecer evidencias.
“Pero, estima Aguirre Rivero en un borrador redactado hace más de un mes, ‘no necesariamente todos fueron quemados en el basurero de Cocula. Pudieron ser unos cuantos y los demás asesinados y enterrados en campo virgen’, dice Ureña.
“Tal vez sus restos no estén en Guerrero, sino otros lugares cercanos como Morelos o el sur del Estado de México. Llevará tiempo dar con ellos y desentrañar toda la verdad”, escribió Aguirre, según el periodista en su columna.
Según Ureña, en partes de su libro, Aguirre Rivero rechazó haber tardado en pedir el apoyo de la federación para buscar a los jóvenes.
“Pedí la atracción de la Procuraduría General de la República (PGR) en cuanto tuve conocimiento. Desde un principio sabíamos que se trataba de un hecho de delincuencia organizada y de su competencia. […] El centro de Guerrero está dominado por el cártel de Los Rojos y sus rivales de Iguala, Guerreros Unidos, esperaban un ataque”, escribió Aguirre según Ureña.
Una línea de investigación habla de presencia de integrantes de Los Rojos a bordo de los camiones y otros de posible confusión de Guerreros Unidos sobre la identidad de los normalistas, dice el periodista.
“Si se decide, la versión de Ángel Heladio Aguirre Rivero pronto estará en imprenta y vendrá en primera persona”, afirmó Ureña.